La salud mental incluye nuestro bienestar emocional, psicológico y social. Afecta la forma en que pensamos, sentimos y actuamos cuando enfrentamos la vida. La salud mental nos permite ser conscientes de nuestras propias capacidades, afrontar las tensiones normales de la vida y relacionarnos con nuestro entorno.
El bienestar es el estado positivo de una persona, que puede definirse a partir de las siguientes dimensiones:
- Bienestar intrapersonal: pensamientos y emociones positivas como la esperanza, la tranquilidad y la autoestima.
- Bienestar interpersonal: las relaciones enriquecedoras, el sentido de pertenencia y la capacidad de sostener vínculos cercanos.
- Habilidades y conocimientos: la capacidad de aprender, de tomar decisiones positivas, de responder eficazmente a los desafíos de la vida y de expresarse.
Vivimos en una sociedad que funciona a contrarreloj, donde se normaliza el estrés y la ansiedad. El ritmo agitado y digitalizado hace que seamos más vulnerables ante las enfermedades mentales como la depresión o el insomnio
La conexión entre la mente y el cuerpo representa la superposición entre la salud mental y la física. Cuidar de todo nuestro ser puede mejorar significativamente nuestro bienestar.
Muchos de nosotros pensamos que la mente y el cuerpo son dos cosas separadas. Incluso los tratamos individualmente, sin embargo, la ciencia está encontrando cada vez mayor superposición entre los dos.
Una mente sana hace que su cuerpo funcione mejor, y un cuerpo sano mejora su bienestar mental.
El estrés constante, los problemas emocionales y una actitud generalmente negativa también pueden aumentar la presión arterial, disminuir el sistema inmune, e incluso acortar la expectativa de vida, por ejemplo.
